Por iniciativa del municipio, se aprobó este viernes en Cosquín la creación de la “Reserva Natural Cultural Río Yuspe Cosquín”, que abarca toda la zona de bosque nativo que rodea el curso de agua y busca amortiguar el impacto ambiental que tendrá allí la Autovía de Punilla.
El proyecto fue aprobado en el Concejo Deliberante en general por unanimidad. Aunque en principio la iniciativa apuntaba a una ampliación de la reserva actual, que contempla los ríos Cosquín y Yuspe y sus costas, finalmente se derogó la ordenanza vigente y se creó un nuevo mapa con una superficie total de 2.629 hectáreas.
Específicamente, abarca todo el territorio de Cosquín que se encuentra dentro la Reserva Los Gigantes; el cauce de los Ríos Yuspe y Río Cosquín en todo su recorrido; así como a todo el territorio comprendido entre la Autovía de Punilla y el límite oeste del ejido municipal, con límite norte constituido por el arroyo El Algarrobal, y límite sur constituido por la ruta provincial S-269.
“Nace de una idea de ampliar, pero termina siendo una creación. La nueva reserva incluye todo el Río Cosquín, el Río Yuspe, más el territorio que tiene bosque de importancia y que corresponde a zona roja en el ordenamiento territorial y se solapa con la Reserva Hídrica Provincial Natural Los Gigantes”, indicó a La Estafeta el secretario de Ambiente local, Matías Alonso.
Esta reserva, que abarca un tramo de la nueva Autovía, “hace frente al disturbio ambiental que se genera por la obra y es un modo de anticiparse a lo que va a venir cuando se inaugure”, destacó Alonso. La ordenanza señala, de hecho, que la traza de la variante Ruta 38 “aumenta el riesgo ambiental para la zona aledaña, categorizada en gran parte como zona roja”, por lo que de este modo se buscan realizar “mayores controles para lograr la protección adecuada” en la zona.
Dentro de la nueva reserva quedaron comprendidas las dos tomas de agua actuales de Cosquín (Toma de agua San Buenaventura y Toma de agua Dique de Aguas Corrientes o “Las Galerías”), así como toda la baja cuenca del río Yuspe y la cuenca del arroyo El Algarrobal, ambos importantes tributarios del río Cosquín, junto con todas las microcuencas hídricas y vertientes que los alimentan.
El texto aprobado advierte que la iniciativa busca “lograr una protección más amplia de los bienes naturales y culturales” que integran el área, que “posee un alto valor ecológico y científico por el hecho de constituir un ambiente de bosque chaqueño serrano (…) de importancia nacional e internacional”.
“Estas grandes superficies de bosques, no solo proveen una alta biodiversidad florística y faunística, sino que además generan servicios ecosistémicos claves para mantener el equilibrio ecológico de los ambientes que albergan, así como de las zonas urbanas que los rodean”, indica el texto sancionado.
