Los rastrillajes para dar con el paradero de Federico Bono, el hombre de 43 años del que nada se sabe desde el 8 de julio pasado en Huerta Grande, continúan arrojando resultados negativos. Desde la radicación de la denuncia por su desaparición el lunes 18, los investigadores aún no pudieron determinar de manera fehaciente un “punto cero” desde el cual diagramar el operativo.
Y es que en la última comunicación con su madre, Bono -amante de la naturaleza- le envió fotos de plantas y paisajes, manifestándole sus ganas de pasar “unos días en la montaña”.
A la espera del entrecruzamiento de datos de las antenas de telefonía para determinar un cuadrante aproximado desde donde pudo haber enviado los mensajes, la Brigada de Investigaciones recolectó testimonios de personas que en principio podrían reconocer la zona donde está ubicado el paisaje de la foto.
Tras un rastrillaje preventivo en zonas agrestes cercanas a la vivienda que su familia tiene en el barrio Villa de los Diques, efectivos de bomberos de La Falda y Villa Giardino; DUAR y la Policía de Córdoba mudaron la búsqueda este viernes a la zona de Las Muyunas, Estancia El Periquillo y el sector denominado El Cruce de la Leona, todos hacia el oeste entre Huerta Grande y Villa Giardino.
De hecho, según pudo saber La Estafeta, este sábado los efectivos continuarán el rastrillaje desde Villa Giardino, en el campo Los Troncos, ya que estiman que a unos 10 kilómetros del lugar donde finalizó la búsqueda el viernes podría ubicarse el sector que muestran las fotos enviadas por Bono a su mamá.
Tampoco se descarta entre las hipótesis un posible viaje del hombre a la ciudad de Córdoba, donde residía, aunque se revisaron filmaciones y se realizaron trabajos de investigación en distintas terminales de ómnibus que no aportaron ningún indicio. De hecho, en la vivienda de Huerta Grande se encontró su mochila y documentación.
Federico Nicolás Bono llegó a Huerta Grande el pasado 7 de julio, como era habitual para cuidar el lugar y pasar unos días. El 8 de julio un vecino le advirtió a María, su mamá, que el portón de ingreso a la vivienda se encontraba abierto. Tras esa charla, en la que Federico le explicó que sólo había sido un descuido, todas las llamadas que ingresaron a su celular fueron derivadas al contestador y nada más supieron de él.
La causa se encuentra a cargo de la Fiscalía de Instrucción de Cosquín. Federico es de contextura física delgada; cabello corto de color rubio-rojizo; mide 1.78 y tiene un tatuaje chiquito de una víbora cobra egipcia en uno de sus brazos a la altura del húmero.
Cualquier información sobre el paradero puede informarse al teléfono de la Unidad Judicial de La Falda 03548-422834; comisaría de La Falda 03548-426652 o los Tribunales de Cosquín 03541-454985 (Interno: 56261 – 56156).
