El ministro de Seguridad de Córdoba, Alfonso Mosquera, calificó hoy de “falacias” las acusaciones sobre falta de formación en la Policía de la Provincia y negó que vaya a renunciar al cargo en medio del escándalo que generó el crimen de Jonatan Romo en La Falda.
«En Córdoba hay agentes de la grieta, y nosotros no respondemos agravios de ninguna naturaleza. Y este ministro no va a renunciar jamás a sus responsabilidades», señaló el funcionario en referencia al pronunciamiento de legisladores de Juntos por el Cambio pidiendo su renuncia.
Al ser consultado sobre las afirmaciones del exjefe de Recursos Humanos de la Policía de la Provincia, Julio Faría, sobre las deficiencias en la capacitación policial, Mosquera dijo que se trata de una «falacia absoluta». Aseguró que la Policía de Córdoba tiene una formación «muy acabada» y que se rigen por los mismos protocolos que hoy maneja la Policía Federal.
«Se han suscitado situaciones que me resultan incomprensibles: se puso en tela de juicio, en una generalización, al conjunto de la Policía de Córdoba. Es una falacia absoluta. La institución policial merece respeto y consideración. Es una de las mejores equipadas en todo el país», manifestó en declaraciones a varios medios de prensa provinciales.
Y, sobre la investigación del caso Romo, el ministro insistió: “Le manifesté a la fiscal Paula Kelm la colaboración irrestricta y absoluta, que la Policía iba a ser una caja de cristal, para determinar todas las responsabilidades y obtener el esclarecimiento del hecho”.
“Adopté las medidas que justifican el cumplimiento de lo que he firmado, jamás borraría con el codo lo que escribo con la mano”, sostuvo acerca de los protocolos vigentes y el desplazamiento de tres altos jefes de la fuerza.
