Con el apoyo de representantes de instituciones intermedias de La Falda, este viernes padres y madres de la escuela ProA realizaron un nuevo abrazo simbólico en el lote de la calle Laprida donde deben iniciarse las obras del edificio definitivo.
“Venimos a hacer un abrazo solidario a este baldío que hace cuatro años debería ser una escuela. Ya hemos tenido varias promesas de que la obra se iniciaría, pero aún no tenemos novedades. Incluso el gobernador estuvo aquí y dijo que en octubre se iniciaban. También tuvimos otras promesas en febrero y en marzo, pero hasta ahora no tenemos respuestas”, señaló a la prensa Gustavo Carranza, papá de dos alumnos de la escuela.
Según indicó, en las últimas semanas se presentaron varios pedidos de informes al Ministerio de Educación de la Provincia y remarcó que “la respuesta es que las obras se van a iniciar pronto, pero las palabras son difusas y los hechos están en fuerte contradicción”.
Por el momento, todos los alumnos de la escuela ProA se encuentran cursando en la Escuela Nicolás Avellaneda, donde se realizaron obras de ampliación provisorias, aunque las familias denuncian que las condiciones para el dictado de clases no son buenas y que la superpoblación de estudiantes limita y dificulta las actividades diarias.
Pero, además, la preocupación de las familias es poder contar para el inicio del ciclo lectivo 2023 con el edificio definitivo en el terreno en el barrio Altos del Gigante, donado por la Municipalidad en 2018, teniendo en cuenta que el plazo de ejecución de la obra es de al menos 12 meses y aún no comenzaron las tareas de movimiento de tierra.
“El espacio en la escuela Avellaneda es precario, no hay comedor adecuado para los chicos y tampoco pueden realizar educación física. Hasta el momento tenemos indicios del inicio de las obras, que son sólo indicios. Pero nosotros tenemos la obligación de no creer en las palabras porque nos han obligado a no creer en las palabras. No tenemos a nadie que nos diga en qué fecha van a empezar y finalizar las obras. No tenemos ninguna respuesta, ni interlocutor”, explicó Carranza tras el acto que también contó con el acompañamiento de la concejala Maia Martinich y su par Daniel Pino, en representación de los dos bloques legislativos locales.
A fines de abril pasado, autoridades municipales y funcionarios provinciales habían supervisado la colocación de mojones en el terreno, aunque las obras aún no comenzaron. Según se informó entonces, el proyecto aprobado establece que el establecimiento contará con una superficie de 2.028 metros cuadrados, cuatro aulas y tres talleres: uno de informática, uno de info-arte y uno de ciencias.
