A seis años de la última batimetría, estudiantes y profesores de las carreras de Ingeniería en Agrimensura y Civil, de la Universidad Nacional de Córdoba, relevaron el fondo del Dique La Falda.
El estudio arrojó como dato preliminar que la profundidad del reservorio de agua va de los 50 centímetros a los 7 metros en la zona del paredón. Luego, con los resultados finales, se podrá determinar el volumen total de agua que contiene el dique y los tipos de usos.
La medición se llevó a cabo el pasado viernes y contó con la visita de funcionarios del Ministerio de Ambiente y Economía Circular de la Provincia, encabezados por su titular, Victoria Flores; el director de la Cuenca del Dique San Roque, Emilio Iosa; la viceintendenta de La Falda, Luciana Pacha; le secretario de Gobierno, Gonzalo Murúa; su par de Obras Públicas y Privadas, Ignacio Iriondo, y Horacio Herrero, vocal de la Administración Provincial de Recursos Hídricos (APRHI).
“Para nosotros tiene mucha importancia tomar decisiones basadas en la ciencia para el cuidado del recurso, evitar su contaminación y poder luego, junto con el APRHI y el municipio, tomar decisiones sobre actividades recreativas, no recreativas y de diferentes usos que se le pueden dar al agua. Siempre cuidándola, que es la misión de la Autoridad de Cuenca”, remarcó Flores.
La medición se llevó a cabo con la utilización de una ecosonda. Esta emite una onda de sonido que rebota en el fondo, escucha esa respuesta y puede determinar cuál es esa profundidad. En paralelo, con un sistema GPS, se puede determinar la posición exacta en la que se está tomando esa medición.
En cuanto a las alternativas para la remediación, Iosa agregó: “Si no hubiera vías de remediación no estaríamos acá. Nos hemos reunido con todos los intendentes de las localidades que dependen del dique. Hay muchas maneras de revertir esta situación, de volver a tener un dique transparente, para uso recreativo, navegable. En eso estamos”.
La última batimetría en este reservorio data de 2018. Según explicó Herrero, la idea es comparar ambas para determinar además el volumen de ingreso de sedimentos, aunque descartó un dragado.
“Dragar no sirve, es un costo superlativo y a pesar de que se haga la cuenca va a seguir aportando sedimentos y vamos a volver a esta condición. Lo vemos en diez años de batimetrías separadas, en las que queda claro que el dique llegó a una condición de equilibrio y va a seguir estando en estas condiciones”, completó Herrero.
