“Tenemos que aprovechar las nuevas tecnologías y cambiar viejos mitos de que hay que tener un policía en cada esquina, porque eso es imposible”. La frase corresponde al especialista en Derecho de Tránsito, Accidentalidad y Educación Vial Horacio Botta Bernaus, al ser consultado por el conflicto que se presenta en la ciudad de La Falda por las constantes infracciones por parte de motociclistas, tema que ganó repercusión en la última semana a partir de la agresión al conductor de un auto en plena avenida Edén.
Botta Bernaus es asesor de la Municipalidad de La Falda y desde mayo pasado viene trabajando en un plan para mejorar la seguridad vial local. En este marco visitó este sábado la ciudad y fue consultado por autoridades municipales sobre posibles soluciones al problema de las motos. Si bien el experto no se encuentra abocado específicamente a este tema, fue contundente con la respuesta.
“Nosotros tenemos que aprovechar las nuevas tecnologías ¿Qué son las nuevas tecnologías! Hoy tenemos cámaras y personas con video. Estas nuevas tecnologías tienen un efecto que no podemos lograr con recursos humanos, que es la sensación de control. Hay que ponerse a tono con estos cambios, es la única manera que podemos controlar estas cosas”, señaló el experto en un contacto con la prensa en el edificio de la Municipalidad.
Botta Bernaus dejó en claro que el tema “no está agotado”, pero insistió en que “es de esta forma como respondemos a estos problemas”, teniendo en cuenta que “lo más importante no es el control de tránsito» a través de inspectores «sino la sensación de control”.
“Yo soy asesor, pero no decido. Una cosa es tener una buena idea y otra cosa instrumentarla, lo que tiene su complejidad. A mí me han preguntado qué hacer con esta problemática y yo digo que ésta es la solución, la que deberá tomar el Ejecutivo, los concejales y toda la ciudad. Eso no significa que el uso de cámaras no tenga protocolos que hay que seguir: protección al derecho a la intimidad, derecho de defensa, debido proceso penal”, apuntó.
Pero, además, el especialista remarcó que una medida de este tipo “tiene que venir acompañada de la instrumentación de un proceso de faltas y una decisión de hacer cumplir la infracción”. En este sentido, remarcó que “se puede proponer una multa, suspensión de la licencia o trabajo comunitario, pero si no se ejecuta la pena nada de esto funciona”.
“Esto debe ir acompañado de una serie de cambios en el circuito municipal de faltas para que la gente entienda que hay que adaptarse a las reglas de juego que hay en la cuidad y no hacer lo que quiere”, insistió.
Respecto al plan de mejoras en las que viene trabajando para la ciudad, Botta Bernaus adelantó que para la primera semana de septiembre próximo se presentarán las primeras propuestas, que se basan en un trabajo de relevamiento de información en puntos críticos de La Falda y que apuntarán a que la ciudad gane “fluidez y seguridad” en el tránsito.
A la par se trabaja en una campaña de difusión de buenas prácticas, en la que se adecúan los lenguajes y el contenido de los mensajes publicitarios “no para impactar sino para enseñar y promover cambios de hábitos”. En las escuelas, además, se desarrollará el programa “Mi Primera Licencia”, destinado a jóvenes del último año de la Secundaria: se trata de un curso que consta de tres encuentros presenciales de una hora y media para abordar los desafíos de la seguridad vial.
“En La Falda, como en muchas otras localidades, tenemos una sociedad que hasta ahora el tránsito no era un problema. Ahora vamos a tener que lidiar con el hecho de que, en cada cambio que se vaya a sugerir, siempre va haber gente que no va a estar de acuerdo por una cuestión de costumbre. Pero lo importante es tener fundamento para que la gente entienda que los cambios tratan de generar fluidez y seguridad”, remarcó.
A mediano y largo plazo, además, señaló que el “gran desafío” para La Falda será abordar su desarrollo “en base a su dualidad” entre ciudad turística y de residencia, que incluya protocolos específicos para épocas de gran afluencia de personas y vehículos. “Esta son dos ciudades en una: una ciudad turística y una ciudad normal. Este desafío está planteado en un proceso de continuidad, pero hay que avanzar de a poco”, completó.
