En silencio y de luto, más de 400 personas se movilizaron este domingo hacia la comisaría de La Falda para pedir “justicia” por el homicidio de Jonatan Romo y reclamar que se avance en la investigación sobre las responsabilidades en el caso de la fiscal Paula Kelm y del desplazado jefe de la Departamental Punilla Norte, Diego Bracamonte.
“¿Por qué la fiscal Kelm encubrió la golpiza del 19 de diciembre a Jonatan Romo?”, señalaba la pancarta que encabezó la columna, sostenida por hermanos, primos y amigos del hombre de 35 años que el pasado domingo 10 de julio tuvo una “muerte violenta” en la comisaría, poco después de su detención en estado de alteración psíquica.
“¿Por qué Bracamonte no está preso?”; “Si a tiempo Kelm hubiera aclarado qué paso el 19 de diciembre hoy Joni estaría vivo”; “Queremos justicia y dignidad en el trato policial”; “No queremos otro Joni”, señalaban los carteles entre la multitud, en su mayoría con mensajes dirigidos a la fiscal de Instrucción de Cosquín por su actuación en un episodio previo de violencia policial hacia Romo, ocurrido a fines de 2021 y por el cual terminó internado en grave estado.
La movilización partió desde el escenario central de La Falda y no tuvo custodia policial. Sólo fue seguida por inspectores de tránsito del municipio. En absoluto silencio avanzó por Avenida Edén, sumando la solidaridad de comerciantes, vecinos y turistas. Cada manifestante, vestido de negro, llevaba una imagen del rostro de “Joni”.
Una vez en las puertas de la comisaría, se depositaron decenas de velas en los ventanales, tapias y pasillos de la dependencia. Tampoco hubo allí ninguna arenga y todos los gritos e insultos fueron acallados por los organizadores. Fue el deseo de la familia de Romo que la marcha se caracterizara por un silencio abrumador, aunque sí hubo un largo aplauso, pedidos de justicia y lágrimas.
“Reclamamos que se haga justicia por lo que pasó con Joni y por los asesinatos anteriores de la Policía también. No vamos a poder tener a mi hermano de nuevo, pero nos da un poco de alivio ver cómo se está avanzando”, señaló a la prensa Hernán Romo e insistió en que Kelm “es la principal responsable de lo que pasó en diciembre con otra golpiza, que fue peor pero que no tuvo este final”.
Por su estado emocional y problemas de salud la madre de Jonatan no asistió a la marcha, que coincidió con una de las noches más frías en la ciudad. Tampoco hubo presencia de funcionarios municipales. La madre de Blas Correa, el joven asesinado por la Policía en agosto de 2020, hizo llegar su acompañamiento.
“Más allá de que el procedimiento se está realizando de manera correcta también estamos exigiendo que sea imputado uno de los principales responsables de la Policía que es el comisario Bracamonte. A nuestro criterio es el principal encubridor de la situación y queremos saber por qué no está imputado”, remarcó Cristian, uno de los primos de Jonatan, a la cabeza de la movilización.
Y agregó: “Más policías deberían estar imputados por acción, omisión o encubrimiento. En diciembre pasado Jonatan fue golpeado por la Policía, internado y esposado en el hospital y queremos saber por qué la Fiscalía no actuó. En ese entonces también estuvo a cargo el comisario Bracamonte. Es decir, no se trata de una cuestión de protocolos como están pretendiendo establecer, sino que aquí hay un claro proceder habitual por parte de la Policía de la Provincia”.
Por el crimen de Jonatan Romo fueron detenidos seis policías de La Falda. Son cinco suboficiales y un oficial jefe. Cuatro fueron imputados por el delito de “homicidio calificado por abuso funcional” y dos por “encubrimiento agravado”. Por otra parte, el Ministerio de Seguridad de la Provincia dispuso el desplazamiento de Bracamonte y ordenó el pase a retiro del director General de Recursos Humanos y Entrenamiento Policial, Julio César Faria, y del director de Entrenamiento Profesional Permanente, Marcos Manrique. Ninguno de estos tres exjefes se encuentra involucrado en la causa judicial.
Galería de fotos – Andrés Sosa
