La Municipalidad de La Cumbre inauguró este sábado un mural en memoria de los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar en la Argentina. La obra fue realizada por la muralista Nilda Munu Actis Goretta y fue plasmada en una de las paredes laterales de la Terminal de Ómnibus local.
El Espacio de Memoria fue presentado oficialmente al cumplirse este 10 de diciembre 39 años de la recuperación de la Democracia en Argentina y en el marco del aniversario número 74 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
“Es muy importante poder haber plasmado este mural, cuya elaboración representa en mí 40 años de historia. Esta es mi profesión, trabajo de esto, pero era tanta la emoción y la perturbación que no podía llegar a una imagen. Y en el momento que sentí que podía empezar con esto fue hace dos años y ya vivía en La Cumbre”, contó a La Estafeta Actis Goretta, quien se radicó en la localidad a fines de 2018 y pintó el mural con la colaboración de su colega Irene Luparia.
Y agregó: “A medida que fui plasmando la imagen de los pájaros, que representan a los desaparecidos en general y a los de La Cumbre en particular, les puse las rejas abajo porque entonces pugnaban por salir y una vez que salían eran libres. Pero meses después me dí cuenta de que en el momento en que eran libres eran porque estaban muertos. La muerte era la única posibilidad de liberación en una situación de secuestro y tortura. Es una contradicción impresionante pero la muerte era liberarse del espanto”.
Además, la artista adelantó que una vez terminadas las reformas que se prevén en la terminal a raíz de la vuelta el Tren de las Sierras la obra será realizada nuevamente, aunque esta vez con la técnica de mosaiquismo.
Del acto participaron el intendente de La Cumbre, Rubén Ovelar; el secretario de Coordinación y Relaciones con la Comunidad, Pablo Alicio; el coordinador del área de Cultura, Charly Spinelli; una treintena de vecinos/as e integrantes del coro municipal que cerraron la presentación.
“Si hay algo que nos interpela permanentemente; nos obliga a pensar y a tomar posición, incluso política, es el arte. Han transcurrido 74 años desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, si hoy sacáramos una fotografía de cómo están los derechos humanos en nuestro planeta, posiblemente la fotografía no sea buena. Pero si en lugar de una fotografía vemos una película sobre cómo estaban los Derechos Humanos es 1948 y cómo están hoy algunas cosas positivas han pasado. Es un proceso permanente”, destacó Ovelar.
Y completó: “En la misma fecha, pero en 1983, la Argentina recupera la democracia y supera esa página oscura de la dictadura. Quizá los resultados no sean buenos, pero si analizamos el proceso del ´83 a la fecha, nos encontramos por ejemplo con está posibilidad de expresamos libremente con esta obra, que nos desafía pensar y nos interpela a tomar la posición qué cada uno tenga, pero con libertad. Esto es lo positivo”.