El Festival Nacional de Tango en La Falda tuvo este sábado su segunda noche de gala con grandes artistas en escena y un cierre a pura milonga en el Auditorio Municipal Carlos Gardel. Fue el broche de oro de un mes repleto de actividades en la ciudad vinculadas al tango, luego de dos años de restricciones por la pandemia.
Según números oficiales, entre las noches de gala del viernes y el sábado se vendieron unas 3.000 entradas para los espectáculos en vivo, mientras que sólo para la milonga final fueron unas 1.000 más, superando las expectativas de los organizadores. La ciudad, además, registró una ocupación del 95 por ciento durante este fin de semana en hospedajes y se calcula que aproximadamente un 40 por ciento de ese total fue de turistas que viajaron especialmente para asistir al festival.
“Es un honor y orgullo haber llevado de vuelta a la presencialidad este festival, para el cual trabajaron más de cien personas, en su mayoría trabajadores municipales de distintas áreas. Es un objetivo logrado y reconocido. Queremos seguir potenciando el tango y que este festival sea la vitrina de los artistas”, señaló el intendente Javier Dieminger en conferencia de prensa, acompañado por la secretaria de Turismo, Luciana Pacha y la directora de Cultura Ana Elizondo.
Y agregó: “Desde un principio se notaba que este festival iba a ser muy positivo. Y lo hemos consagrado en estas dos noches de gala con una exposición nacional muy fuerte. El festival por sí sólo tiene una atracción y un impacto económico muy positivo para la ciudad”, remarcó Dieminger que, a pesar de cursar su tercer año de mandato, es el primer festival que organiza en su gestión.
La segunda noche de gala volvió a tener una gran respuesta del público, que colmó el auditorio municipal y respondió con aplausos y ovaciones a los artistas. En el escenario se presentaron desde la pequeña Lourdes Galiano y el Ballet La Juntada, pasando por la enorme actuación de Osvaldo Piro y la “Tana” Rinaldi; hasta el reconocido Marcelo Santos, Inés Cuello y el Quinteto La Grela, Tango Loco, el Sexteto Mayor, Alberto Bianco, Contramano Tango 4, el Ballet José Hernández y el Ballet Folklórico Nacional, entre otros.
Ya entrada la madrugada, con el cierre de los espectáculos de esta edición número 38, las sillas fueron retiradas de la olla del auditorio para dar lugar a una multitudinaria milonga comandada por la Orquesta Romántica Milonguera. Fue el corolario de diversas actividades que se extendieron a lo largo de julio en la ciudad y que incluyeron certámenes de voces, Tango Café, Expo-Tango, milongas callejeras, seminarios y talleres de tango y concurso de vidrieras y fachadas.
Los conductores de esta nueva edición, Carmen Barbieri y Silvio Soldán, destacaron “el nivel de los artistas” en escena y la organización. “Yo le había anticipado a Carmen que se iba a encontrar con un festival muy importante. Hay festivales de tango en todo el mundo, pero éste de La Falda tiene un nivel único”, señaló el emblemático presentador de tango.
“Es un honor para mí estar en La Falda, porque no sabía de este festival tan grandioso y emotivo, con artistas de gran talento. Estoy orgullosa de esta ciudad y agradezco que me hayan convocado”, indicó a su turno Barbieri.
La noche tuvo varias sorpresas, propuestas innovadoras sobre el escenario y también estrenos, como el caso del tango “Diagonal” de maestro Osvaldo Piro, inspirado en la calle Diagonal San Martín de La Falda, ciudad en la que reside desde hace varios años. “Elegí a La Falda como lugar de vida en el mundo y estrené hoy el tango Diagonal que escribí hace poco y que nace porque me siento parte de esta ciudad”, explicó.
Se fue otra edición del Festival Nacional, aunque no una más. Fue el regreso tras un año bajo modalidad virtual y otro de ausencia. Volvió el 2×4 y La Falda respiró tango.