El inicio de los trabajos para la extracción de un eucalipto centenario ubicado sobre Avenida Edén al 1100 reabrió por estos días una vieja discusión en La Falda sobre la conservación de la histórica y característica arboleda que conduce al hotel.
Este debate, que ya acumula décadas, tiene como antecedente una ordenanza que determinaba la protección de los ejemplares declarándolos “patrimonio histórico municipal”, norma que fue derogada y reemplazada en 2007.
Esta nueva ordenanza, aún vigente, autoriza las podas y extracciones considerando la peligrosidad que representan estos ejemplares para la seguridad de la ciudadanía ante la eventual caída de ramas y la afectación de espacios públicos y privados por su crecimiento, tanto en altura como bajo tierra. Sin embargo, su aprobación también dispuso la realización de un “plan de ordenamiento” conjunto entre la Municipalidad, la entonces Agencia Córdoba Ambiente, el Centro Vecinal de Villa Edén y/u organismos universitarios públicos especialistas en el tema para disponer la “poda, tratamiento y/o erradicación” de la arboleda.
El ejemplar ahora en cuestión se elevaba a unos 20 metros de altura justo enfrente de un nuevo complejo de departamentos que se construye desde hace más de un año en el cruce de Avenida Edén y Los Eucaliptos. Luego de varias solicitudes, que en principio fueron sólo de poda, finalmente el dueño del emprendimiento fue autorizado por el Ejecutivo para avanzar con la extracción de raíz.
Esta autorización se sostiene en la vigencia de aquella ordenanza de 2007 que, en los hechos, fue sancionada luego de destrozos provocados por la caída de ramas sobre las cabañas de un complejo ubicado en la avenida; quejas de residentes del barrio a través del Centro Vecinal sobre el perjuicio generado en sus viviendas por el crecimiento de las raíces en las veredas y por el plan de obras de gas natural que implicaba el paso de cañerías troncales bajo tierra, entre otros planteos particulares.
Fue incluso durante la gestión del exintendente Eduardo Arduh que se quitaron todos los ejemplares de calle Los Eucaliptos, donde aún permanece a la vista la mayoría de las bases cortadas al ras de la tierra y sus raíces.
Pero con el levantamiento de este nuevo complejo de departamentos en la zona vuelve a aflorar el debate, ya que allí se prevé la construcción de la vereda -hoy obstruida casi en su totalidad por la base del árbol- para facilitar el acceso peatonal de los futuros residentes y la circulación de peatones. A cambio de extraerlo el empresario deberá plantar otros ejemplares de especies autóctonas, tal como lo exige la ordenanza.
La falta de aviso sobre el plan de extracción al Centro Vecinal -ítem también estipulado en la norma vigente- generó que los vecinos/as de la zona se toparan por sorpresa con la ya avanzada poda, por lo que rápidamente presentaron una nota de reclamo al Ejecutivo. Allí se hace énfasis en la recientemente aprobada adhesión de La Falda a la Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático, convenio por el que la Municipalidad se compromete a elaborar un “plan local de acción climática”, y en consecuencia se advierte sobre la necesidad de que el Ejecutivo asuma “la responsabilidad de la conservación” de estos eucaliptos.
El escrito de los vecinos, que ingresó el pasado martes por Mesa de Entrada, rescata además pasajes de un informe elaborado en abril del 2000 por una ingeniera agrónoma que llevó a cabo un trabajo de observación de la arboleda. En él, la profesional insta a las partes a buscar “un punto medio entre la historia y el progreso”, con la recomendación de conservar aquellos que gozaban de “buena sanidad y forma”, aunque aclarando que los ejemplares “tal como están” representan “un riesgo y una molestia para los vecinos”.
“Estos bellos árboles dan identidad propia a La Falda, por lo que se justifica ampliamente su protección. Pero, a mi entender, el declarar histórico un ejemplar implica asumir la responsabilidad y el costo de su conservación”, señala la especialista entre las conclusiones del informe que también fue incluido en 2007 entre los considerandos de la ordenanza que derogó la declaración de estos árboles como patrimonio histórico de la ciudad.
Consultado por La Estafeta, el intendente Javier Dieminger señaló que la autorización a la extracción se sostiene en razones de seguridad, ya que “la peligrosidad que tienen los ejemplares es grande”. Remarcó, al respecto, que las opciones son la poda selectiva o la quita total, lo cual “depende de cada árbol”, pero que “si son ejemplares que están torcidos o que avanzan sobre la propiedad privada”, hoy estaría el visto bueno “para realizarse la extracción”.
En este sentido, indicó que estos trabajos “hoy tienen un costo muy alto, por lo que se autoriza si el vecino pide hacerlo”. Incluso, precisó que el municipio tiene planificada hace tiempo una poda selectiva de las ramas más importantes y peligrosas, aunque hasta el momento no se puso en marcha.
“Estos árboles tienen más de cien años y en algunas tormentas hemos tenido la caída de gajos que han roto aleros de las casas. Lo que queremos evitar es, justamente, que caigan sobre un vehículo o una persona, porque hay ramas que deben pesar más de 400 kilos. Por eso creo que hay que ser cautelosos. A lo mejor no la extracción de la totalidad, como ya se hizo en la calle Los Eucaliptos, sino la extracción de algún ejemplar y la poda selectiva de otros”, apuntó Dieminger.
Y completó: “Entiendo que hay quienes quieren conservarlos y, a la vez, esto puede afectar a otros vecinos o a la seguridad de toda la ciudadanía. Creo que la poda selectiva es la mejor opción, tratando de bajar las copas más grandes o cortando las ramas que están cerca de la propiedad privada o sobre la vía pública. Hay que ver cómo actuar, mensurando entre el vecino que quiere sacarlo, el Centro Vecinal que quiere conservarlos y la responsabilidad civil que representa esto para la Municipalidad”.