Una gaseosa de litro y cuarto 460 pesos. Una ensalada mixta 480 pesos. Una cubetera de hielo 50 pesos. Todo sumó en la cuenta que una familia de Capital Federal debió pagar en una parrilla de Huerta Grande tras una cena en plan de vacaciones. ¿El monto final? 8.720 pesos.
“Hola gente linda: aquí comparto algo que me sucedió hoy por la noche. Fui a cenar a Fogón Criollo y esta es la cuenta que aboné. La comparto para que piensen antes de ir hasta este lugar ¡Te cobran casi hasta por respirar! Éramos tres adultos dos menores. $8720. Y encima la cuenta es incorrecta…”, señaló Andrea Arrozpide a través de las redes sociales, donde publicó el resumen de cuenta confeccionada a mano por los mozos.
La mujer, oriunda de Palermo, llegó a esta parrilla ubicada sobre la Ruta 38 con sus dos hijos, de 11 y 17 años, su marido y su madre de 82. El plan para la última noche de sus vacaciones era comer algo “típico”, por lo que frenaron allí –a metros del acceso norte a Huerta Grande- para darse el gusto con cabrito.
“Desde que llegamos empezamos a ver cosas raras. Mientras estacionábamos y los nenes ya estaban en la mesa les dieron una gaseosa y empanadas. Es decir que cuando nos sentamos ya teníamos eso puesto en la mesa”, cuenta Andrea a este medio.
Según explica, llegaron a ver los precios de la carta y sabían que el cabrito iba a ser costoso, pero la idea era “darse el gusto” antes de emprender el regreso a Buenos Aires.
“El problema fue la cantidad y la calidad ¡Las porciones eran mínimas y recalentadas! Nos trajeron todo junto en la misma parrillita y se notaba que era carne a la que le habían dado una segunda oportunidad”, cuenta la mujer.
Y agrega: “Pedimos una ensalada sin ver el precio, pero el tamaño era para una sola persona. Además, nos cobraron el hielo y 200 pesos más por ponerle manteca a los ñoquis. Nosotros pagamos y dejamos propina porque es lo que corresponde, pero no está bueno. Siempre venimos de vacaciones a Córdoba porque nos encanta, pero se aprovecharon de la situación”.
La Estatefa Online visitó el lugar y los responsables señalaron que no reconocían el resumen de la cuenta publicado en redes sociales por la mujer –el cual no tiene validez fiscal- ni la letra con el cual se confeccionó. Además recalcaron que tampoco figura allí lo que verdaderamente consumieron en el local.