El gerente de Operaciones de Trenes Argentinos, Marcelo Sánchez, confirmó que en los próximos seis meses se intensificarán los trabajos para la extensión del servicio del Tren de las Sierras hasta Capilla del Monte, señaló que en principio el objetivo es concluir las obras a finales de noviembre y remarcó que la vuelta de las formaciones “le va a servir mucho a la región en el tiempo”, especialmente en materia de turismo.
En una entrevista exclusiva con La Estafeta Online, el funcionario nacional habló de todos los temas que rodean el regreso del tren de pasajeros al centro norte de Punilla: medidas de seguridad, estaciones ocupadas, trabajos en el tramo entre La Falda y Huerta Grande y un servicio exclusivo entre Valle Hermoso y Capilla del Monte, entre otros puntos.
– ¿Qué balance hace de la reunión que mantuvo la semana pasada con intendentes de la región?
– Venimos trabajando en la renovación de la traza del Tren de las Sierras desde hace ya dos años y nuestra intención original era completar la obra a mediados de este año. Pero hubo un atraso porque el Congreso no aprobó el presupuesto 2022 y la idea fue juntarnos con los intendentes de la región, poner la cara y explicarles cuál era la situación. Si bien se siguió trabajando el Estado Nacional venía funcionando con el presupuesto de 2021 y los fondos no estuvieron, pero por suerte ahora salió un Decreto de Necesidad de Urgencia que regularizo la situación.
– ¿Se aclararon las dudas?
– Fue una reunión muy buena y cordial. A veces se dicen cosas que no son y la política mete la cola dónde no la tiene que meter. Yo sabía que en La Falda, por ejemplo, se habían transmitido cosas que no eran reales, cómo que nosotros no queríamos avanzar con el tren estación por estación cuando el plan no era ese. A veces la gente no entiende cómo es el sistema ferroviario. No es que se puede dar vuelta un tren en cualquier lugar; no se pueden hacer operaciones ferroviarias en cualquier estación porque se necesita espacio e infraestructura y en muchas ocasiones eso no se toma en cuenta.
– Pero con la vuelta del tren a Valle Hermoso, se anunció una estrategia “estación por estación”. ¿Qué cambió?
– Hay grupos ferroviarios integrados por personas a las que realmente les interesa el ferrocarril y vierten opiniones desde el afecto y el amor que tienen por el tren. Pero desde Trenes Argentinos vamos elaborando estrategias en función de nuestras responsabilidades y posibilidades de contar con material rodante y recursos para arreglar la vía. Acá nada es definitivo. Esto es algo que se va moldeando permanentemente, pero en función de las capacidades ferroviarias que tengamos en una industria qué está destrozada desde los últimos 30 años.
– ¿Cuál es el plazo de obra para la vuelta del servicio en todo el corredor?
– Nuestra intención es, en primera instancia, poder tener todo el trabajo concluido para fines de noviembre. Vamos a terminar primero todo lo que es la parte de Capilla del Monte y La Cumbre, y después concentraremos todos los recursos económicos y humanos para resolver el tema de La Falda. Allí vamos a hacer toda la intervención final. Se hará todo lo que se tenga que hacer. Vamos a poner toda la carne en el asador en ese sector para el final y así no dispersar esfuerzos.
– El tramo entre La Falda y Huerta Grande es el más complicado ¿qué es lo que se planifica en ese sector?
– Lo primero es adecuar todos los accesos de seguridad, como hemos hecho en otros lados. Justamente uno de los temas que se trató en la reunión es el de los pasos a niveles que no están habilitados. El uso y costumbre ha hecho que, al no utilizarse la traza, se hayan creado un montón de pasos que son ilegales. Vamos a hacer un análisis del tema, pero lo que haya que cerrar se va a cerrar porque esto afecta la seguridad del sistema ferroviario y la cuestión vial. De todas formas, los técnicos me han informado que estamos en condiciones de adecuar el sector.
– En cuanto a la seguridad, ¿qué opina sobre los accidentes en el trayecto entre Valle Hermoso y Córdoba?
La gente a veces no mira para cruzar, es una cuestión de descuido. Nosotros no tenemos una frecuencia tan alta en el Tren de la Sierras, pero hemos tenido varios accidentes a pesar de que la formación circula a baja velocidad. Es una cuestión de descuido. A veces los periodistas titulan ´El tren arrolló un auto´, pero el tren no puede hacer nada para evitarlo.
– ¿Se instalaron las barreras necesarias para evitar los accidentes?
La matriz de la barrera es un tema que levanta la cuestión de la seguridad. Pero hay que tener en cuenta que el Estado Nacional debería invertir millones de dólares en barreras, cuando la persona que rinde un examen para tener un registro no sabe lo que es la Cruz de San Andrés, que está en toda la traza y te indica qué cuando vos llegas a la vía tenés que frenar. Ahora, que nosotros no tengamos el uso y costumbre de hacerlo no quiere decir que las normas no estén para respetarlas. La barrera es para los lugares donde pasa un tren atrás del otro, no uno cada tres horas. Lo que hay que hacer es un trabajo de concientización en conjunto con los municipios.
– Con la vuelta del tren a la región, ¿habrá un servicio especial que una Valle Hermoso y Capilla del Monte?
– La idea es mantener el tren que une la estación Mitre de Córdoba con Valle Hermoso y que desde allí los pasajeros puedan hacer un trasbordo a otra formación que los lleve hasta Capilla del Monte. Sería un servicio que rebote entre ambas localidades. Un tren de cercanías que circule permanentemente.
– ¿Con cuantas frecuencias contará ese servicio?
– En realidad, lo que va haber por ahora es una formación disponible para ese trayecto, seguramente con otra de reserva. La frecuencia que tengamos va a depender de cómo podamos reparar la traza porque, en base a ese aspecto, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) autoriza una velocidad de circulación. Obviamente en función de esa velocidad vamos a definir la frecuencia. Por eso es tan importante la intervención que hagamos en la vía. La idea es que el tren dé la vuelta en Capilla del Monte donde, al igual que en Valle Hermoso, tenemos espacio e infraestructura para hacerlo. Los técnicos a cargo ya están armando todo ese esquema.
– ¿Cómo será el proceso de recuperación de las estaciones?
Entendemos que el abandono hizo que los municipios avancen sobre las propiedades ferroviarias del Estado Nacional, pero para poner en funcionamiento el tren necesitamos parte de ellas. No sólo porque el personal necesita estar ahí, sino que también es un reclamo de los sindicatos. Hay que darles todo un reordenamiento, en el caso de los municipios, con la firma de nuevos convenios.
– ¿Y las estaciones ocupadas por familias?
– En ese caso vamos a tener que iniciar los procesos para pedirles a las personas que se retiren. Esto genera conflictos, pero son cosas que tenemos que resolver porque las propiedades están al servicio de toda la comunidad y no de una o dos familias que se puedan haber asentado allí. Lo que nosotros intentamos hacer cuando hay ocupaciones es acercarnos para explicarles que se tienen que ir, pero de buena manera, dándoles tres o cuatro meses de tiempo. Si no acceden, sí hacemos la denuncia e interviene la Justicia Federal. Tratamos de no llegar a eso y manejarnos siempre primero a través del diálogo. Tampoco vamos a hacer un proceso de desalojo y tirarlos a la calle.
– ¿Por qué es importante para Trenes Argentinos reactivar el servicio en Punilla?
Cuando empezamos a trabajar hicimos un análisis de cómo estaba el sistema ferroviario y nos propusimos cambiar la matriz de la visión del ferrocarril en la Argentina, que originalmente fue un embudo diagramado por las inversiones inglesas para sacar las materias primas hacia el puerto. Esto no es una crítica, sino una simple descripción de lo que fue para una época. Atrás de esa matriz vino el tren de pasajeros. Por eso empezamos a desarrollar nodos ferroviarios en las capitales de provincias para impulsar los trenes de cercanía.
– ¿Cómo se aplicaría ese concepto en Punilla?
– En el caso de Punilla, es importante por una cuestión turística que le va a servir mucho a la región en el tiempo. Esto no es una cosa que se hace de un día para el otro. Creemos que poniendo este mojón vamos a conseguir que el día de mañana tenga una frecuencia turística que le sirva todo el valle. A todos los lugares que hemos llegado, lo hacemos demostrando que nuestra intención es potenciar los trenes de cercanía en la Argentina porqué no es un servicio más: lo consideramos un activo social. El tren ya no es una cuestión de pérdida o no pérdida. A esta altura en el mundo todos los trenes dan pérdida. Acá y en Europa. El único tren que no subsidia el Estado europeo es el de alta velocidad, pero hay que fijarse en lo que sale el pasaje.
