En el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, integrantes de las organizaciones Punilla Diversa, La Casa Trans y el Consejo de la Juventud de La Falda realizaron este martes una intervención urbana pintando con los colores de la bandera de la diversidad la senda peatonal de Avenida Edén y Meirovich, en pleno centro de la ciudad.
Coordinada por la Dirección de Cultura y el Área de Género de la Municipalidad, la actividad se enmarcó en las manifestaciones que se realizaron en todo el país contra la discriminación que sufre ese colectivo y en reclamo de igualdad de derechos.
“La intervención surgió porque el año pasado se hizo el izamiento de la bandera y la idea es que no se pierda la costumbre por parte del municipio. Los planteos siguen siendo muchos: la inclusión de personas trans en puestos de trabajo, sobre todo en el sector privado, porque aún hay discriminación. La intención está; las leyes están aunque falte aplicación. Falta el cambio cultural y social, que es lo más difícil”, señaló a La Estafeta Juan Pablo Guingold, integrante de Punilla Diversa La Falda.
Por su parte, la presidenta de la Casa Trans de La Falda, Yesica Reyes, adelantó que si bien la Municipalidad cuenta con empleados/as trans en su planta de trabajadores presentarán un proyecto para que el Concejo Deliberante local sancione oficialmente una ordenanza de cupo laboral trans en la localidad que no establezca un límite en cuanto a la cantidad de contrataciones.
“La intención es visibilizar y seguir trabajando en la inserción social. Presentamos el proyecto de cupo laboral que ya está en el Concejo, así que esperemos que se vote la semana que viene. En la Municipalidad hay dos chicas trans trabajando que son respetadas, pero lo hacemos para la comunidad en general. Queremos que no tenga cupo, que no haya límites para contratar y que los empleos tengan continuidad durante el año”, remarcó Reyes.
Sobre las deudas en la región, Reyes completó: “Falta aceptación y respeto. Hay que terminar con los chistes o apodos hacia las chicas que ya tienen su identidad en el DNI y todavía en algunos ámbitos las tratan en masculino. Pero en otros lugares sí se ve un cambio, como la relación con la Policía que ya no nos molestan como antes. Yo soy trans desde los 13 años y pasé muchas persecuciones y abusos de autoridad. Hoy nos estamos haciendo respetar gracias a tantos años de militancia”.