Con una sonrisa dibujada en la cara, atravesando un pasillo de aplausos en el tramo final del ascenso, Fabrizio Franceschelli hizo realidad este domingo su deseo de llegar hasta los más alto del cerro La Banderita.
El joven faldense de 16 años, diagnosticado desde los 4 con Distrofia Muscular de Duchenne, se convirtió en la primera persona en llegar a la cima del cerro a bordo de una silla adaptada y, de esa manera, hizo honor a la leyenda que rezaba la pancarta que integrantes de la Asociación Distrofia Muscular de Córdoba desplegaron para lo foto final: “El límite es el cielo”.
“Siento que fue lo mejor y ahora creo que se puede algo más. ¿Por qué no?”, dijo a La Estafeta Fabrizio minutos después de llegar.
El ascenso comenzó cerca de las 10:30. Más de 150 personas, entre familiares y amigos/as; integrantes de grupos de running de la zona; turistas; efectivos del cuartel de bomberos local y vecinos/as subieron por el sendero de “El Chorrito” dibujando a su paso una larga línea de colores en la montaña.
Por su parte, Fabricio fue trasladado en camioneta por el Camino del Cuadrado viejo para evitar los estrechos senderos turísticos -imposibles de recorrer con la silla- e iniciar el ascenso por la ladera este del cerro, desde un campo privado. También en vehículo, aunque directamente hasta la cima, fue trasladado Joaquín Rossi, otro joven faldense de 25 años diagnosticado con distrofia muscular, y electrodependiente, que dijo presente en la foto final.
A pura fuerza, casi como si no importara lo empinado de la subida, un grupo de familiares y amigos acarreó a Fabricio en su silla hasta el descanso del “sombra de toro”. Allí, recibidos con aplausos, se reencontraron con el resto del grupo que había salido desde el Paseo Trenkel y compartieron el tramo final a pura emoción.
“Siento mucha emoción, no tengo palabras. Tremendo todo. Salió como lo soñé y más. Estoy muy agradecida”, señaló Mariana, su mamá.