Luego de un período de sequía histórica en Córdoba, las abundantes precipitaciones registradas en octubre y noviembre permitieron que el embalse San Roque alcanzara su capacidad máxima, superando la cota del vertedero, establecida en 35,30 metros.
Este escenario exige que, ante nuevas precipitaciones durante el verano, se proceda a la apertura de las válvulas, conocida como “la cola de novia”.
Con la presencia de autoridades de Infraestructura Hídrica, funcionarios de Defensa Civil, la Secretaría de Riesgos y Catástrofes, entre otros organismos, se llevó a cabo la apertura de la válvula tipo Howell Bunger (de chorro hueco).
Según se informó, “esta situación garantiza la disponibilidad del recurso hídrico para el próximo año, lo que es altamente positivo, ya que permite revertir la tendencia de sequía”.
Respecto a los caudales de agua que ingresan al lago San Roque, el secretario de Infraestructura Hídrica, Edgar Castelló afirmó: “En las condiciones actuales de crecida, continúan entrando importantes volúmenes, en el orden de 30 metros cúbicos por segundo entre los ríos Cosquín y San Antonio”.
En este contexto, explicó que la apertura de válvulas responde a que “el nivel del lago sigue aumentando y hay pronósticos de precipitaciones para el jueves y viernes de esta semana”, por lo que “se ayuda al descenso abriendo las válvulas”.
“Esta mañana aumentamos el turbinado de las máquinas, pasando de 6 a 12 metros cúbicos por segundo”, lo que acelera la salida del agua, precisó el funcionario.
Estas maniobras incrementarán los caudales y niveles del río Suquía aguas abajo del embalse. Por ello se realizaron avisos previos a la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil.
En referencia al gran flujo de agua, Castelló aseguró que “no se trasladan problemas aguas abajo, no corta ni la costanera en Córdoba ni genera inconveniente en ninguna localidad, porque estamos hablando de caudales totales del orden de 50 metros cúbicos segundos”.