Tras varias semanas de debate, el Concejo Deliberante de La Falda finalmente rechazó este miércoles el pedido de demolición del ex “Petit Chateau Nor Tomarza”, hoy casa de té Isolina, del barrio Villa Edén.
La decisión se fundamentó en el hecho de que se encuentra vigente en la ciudad la ordenanza que prohíbe la “demolición, modificación o fragmentación” de propiedades con valor patrimonial o histórico. A su vez, los/as concejales rechazaron el pedido de excepción presentado por la empresa inversora de Villa María TENOVAS S.A.S para la construcción en ese lugar de un complejo de departamentos de tres pisos, ya que el proyecto no cumple con las condiciones fijadas por el Código de Edificación de la ciudad.
El pedido de demolición de la antigua casona ubicada sobre Avenida Edén 1003, cuya construcción data de fines de la década del 20, había generado el rechazo de vecinos, vecinas e integrantes de instituciones intermedias de La Falda, que reavivaron el debate sobre la protección del patrimonio cultural local. Incluso, el pasado sábado 26 de marzo se realizó un “abrazo simbólico” a esta construcción con una importante convocatoria.
De la sesión del Concejo no participó el viceintendente Juan Dillet, por lo que la votación finalmente resultó con siete votos por la negativa y una abstención del concejal de Hacemos Por Córdoba Francisco Villanueva quien, si bien remarcó que su bloque rechaza de plano el pedido de demolición, advirtió que el proyecto había llegado “mal armado” al Concejo al incluir además la propuesta de edificación con un tercer piso.
Por su parte, la concejala Maia Martinich destacó el hecho de que “las instituciones intermedias y la sociedad en general participen de temas de interés común” y agregó: “No es muy frecuente, pero cuando ocurre, los temas se debaten en mayor profundidad. Se escucharon opiniones distintas respecto al destino de esta propiedad, pero nos atenemos a las normas vigentes y a las herramientas legislativas de las que debemos valernos”.
El pedido de demolición había sido presentado el 2 de marzo pasado y dejó en evidencia la ausencia de un estudio consensuado que permita determinar qué construcciones son plausibles de ser declaradas patrimonio cultural de la ciudad y, por ende, protegidas. Actualmente se encuentra vigente una ordenanza de 2012 en la que, a través de sucesivas prórrogas, el Ejecutivo suspende la demolición de edificaciones de “50 años o más”.
Si bien los objetivos planteados en esta “ordenanza madre” de 2012 son claros, nunca se cumplieron totalmente y la creación de un marco protectorio específico sigue pendiente. Por ello, y a partir de la polémica que genero este caso particular, la Municipalidad de La Falda ya inició consultas con expertos para establecer los criterios de protección.
“Se les va a pedir un asesoramiento para darle marco a la situación y que no quede hoy cómo que todas las propiedades de La Falda no se pueden demoler, sino que sean realmente las que tengan un valor histórico, arquitectónico y cultural sobre nuestra ciudad”, señaló el intendente Javier Dieminger al respecto.