Con un abrazo simbólico al ex “Petit Chateau Nor Tomarza”, hoy casa de té “Isolina”, cerca de un centenar de vecinos/as de La Falda se manifestó este sábado contra el pedido de demolición de la antigua casona de Villa Edén para la construcción de un complejo de departamentos, que debe resolver el Concejo Deliberante.
Pasadas las 16:00 y desplegando carteles con consignas como “La cultura no se demuele”, “No a la demolición del patrimonio histórico. Si a la construcción de conciencia social y cultural” o “El progreso no es sólo cemento”, los vecinos/as y representantes de instituciones intermedias formaron una larga hilera de espaldas a la estructura ubicada en Avenida Edén 1003 y se unieron en un aplauso para decir “no a la demolición del patrimonio arquitectónico histórico cultural”.
“Pedimos que se frene cualquier demolición hasta tanto se haga el estudio y catalogación correspondiente de las casonas y así poder determinar por ordenanza qué es patrimonio y qué no. Queremos que las cosas se hagan bien. Que nada salga por vía de la excepción, a menos que sea muy necesario, justamente para que la excepción no se convierta en ley”, manifestó a La Estafeta Adriana Czekalski, presidenta del Centro Vecinal Villa Edén, institución que organizó el abrazo y lleva recolectadas más de 120 firmas pidiendo la “protección” de la casona que data de fines de la década del ´20.
Además, Czekalski calificó como “una manifestación de apoyo” a las recientes declaraciones públicas realizadas por el intendente Javier Dieminger, quien señaló que el emprendimiento inmobiliario no tendría curso, ya que no sólo se encuentra vigente la ordenanza que prohíbe la “demolición, modificación o fragmentación” de edificaciones de “50 años o más” sino que además el plan de obra presentado por la constructora es incompatible con el Código de Edificación de la ciudad (ver nota).
“Tuvimos una reunión con concejales de ambos bloques y aún no tomaron una determinación. Nos comentaron que están consultando a abogados y arquitectos, algo que nos da alivio, y nosotros ofrecimos los contactos de especialistas en patrimonio del Colegio de Arquitectos de Córdoba, de la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Católica para ampliar el asesoramiento”, agregó Czekalski.
El pedido de demolición había sido presentado el 2 de marzo pasado por el titular de la propiedad. Allí la empresa inversora TENOVA S.A.S planea la construcción del complejo “Viviendas Colectivas”, de más de 4 mil metros cuadrados cubiertos. Además del planteo sobre el valor histórico de la estructura, el proyecto incluye un tercer piso –uno más de lo permitido en la zona- y no respeta los retiros de frente establecidos para la edificación, ideados para no generar sombra en espacios públicos.