El expiloto de la Fuerza Aérea Javier Galván fue condenado este jueves a la pena de prisión perpetua por el femicidio de Ivana Módica en febrero de 2021 en La Falda. En su veredicto, por mayoría, el jurado popular de diez integrantes encontró culpable al hombre de 45 años por el delito de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por violencia de género”, tal como lo había solicitado la parte acusatoria.
La sentencia se conoció en el marco de la segunda jornada de juicio oral que se llevó adelante en la Cámara en lo Criminal y Correccional de los Tribunales de Cruz del Eje y fue celebrada por la familia y amigos/as de Ivana que presenciaron la audiencia.
Tras los alegatos y en sus últimas palabras antes del cierre del debate, Galván pidió perdón a la familia de Ivana «por el daño causado» y reiteró que «jamás tuvo la intención de matarla». Lo mismo hizo con su propia familia y su hijo, quienes -según señaló- no participaron del proceso oral por pedido suyo.
Por su parte, tanto Nicole -hija de Ivana- como Carol y Javier Módica, hermanos de la mujer, también tuvieron la posibilidad de hablar antes de la sentencia y pidieron la máxima pena para Galván.
«No te creo nada. Si no la hubieses querido matar la soltabas. Te mereces la pena máxima y pudrirte en la cárcel», afirmó Javier ante los presentes, y mirando a la cara a Galván.
Finalmente, el exmilitar fue esposado y trasladado al penal de Bouwer, donde deberá cumplir al menos 30 años de condena.
Si bien Galván resultó condenado, el jurado popular no se pronunció de manera unánime en cuanto al agravante de violencia de género. “Son las reglas de juego. La verdad es que se podía advertir que iban a buscar un hueco para discutir el calificante de género. Pero, por mayoría o unanimidad, finalmente se condenó y eso es lo importante”, señaló el abogado de la familia de Ivana, José D’ Antona.
El abogado explicó, al respecto, la importancia de esta calificación del delito, ya que “en definitiva las salidas transitorias o la recuperación anticipada de libertad se complican mucho para un condenado”.
La pena se corresponde al pedido del abogado y de la fiscal de instrucción, Paula Kelm, que desestimó la estrategia que Galván había intentado en el juicio. Allí, si bien ratificó su confesión del crimen, buscó atenuar la acusación señalando que no había mediado violencia de género y que no había sido un acto “premeditado, sino una “reacción” ante insistentes planteos de Ivana para que avanzara con el divorcio de su exesposa y madre de su hijo.
Según consta en la acusación, entre las 21:40 del 11 de febrero y la 1:30 del día 12, Galván estranguló a Ivana dentro de la vivienda en la que convivían desde hacía pocos meses, ubicada en el barrio Villa Santa Rosa de La Falda. Tras quitarle la vida, cargó el cuerpo en el baúl de su vehículo y condujo en dirección a la Pampa de Olaen para descartarlo.
Un control de una patrulla rural frustro el plan, por lo que Galván retomó hacia la Ruta 38 por el camino de Molinari. Luego ingresó al Camino del Cuadrado y escondió el cuerpo detrás de unos pastizales en el kilómetro 11. El hombre negó su culpabilidad durante los ocho días en los que Ivana permaneció desaparecida hasta que, cercado por la investigación, finalmente confesó el crimen en la Fiscalía de Instrucción de Cosquín.
