A más de dos años y medio del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte, la familia de la joven se mantiene expectante ante el inicio del trabajo del nuevo fiscal, Néstor Lingua, con la intención de que se le imprima una nueva dirección a la investigación.
“Hoy estamos en un escenario complicado porque tenemos la causa en los Tribunales de Cruz del Eje. Está designado el doctor Lingua que va a comenzar en sus funciones en febrero y estamos expectantes de mantener una reunión con él y contarle lo que estamos reclamando”, señaló a La Estafeta la abogada de la familia Basaldúa, Daniela Pavón.
La investigación por el femicidio de Cecilia volvió al punto de partida tras el juicio oral que se llevó adelante en 2022 en los Tribunales de Cruz del Eje, en el que resultó absuelto quien era el único acusado en la causa: Lucas Bustos.
El joven vivía cerca del lugar donde encontraron el cuerpo y permaneció detenido desde fines de abril de 2020 acusado por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal y homicidio doblemente calificado por violencia de género y criminis causa”, aunque la familia de Cecilia nunca creyó que fuera el culpable y denunció irregularidades en la instrucción.
A raíz de la absolución de Bustos, se encomendó al fiscal general de la Provincia de Córdoba “la designación de una nueva Fiscalía de Instrucción”, por lo que en principio Raymundo Barreda reemplazó a la fiscal Paula Kelm en la causa, aunque finalmente se jubiló y la investigación quedó en punto muerto.
“En septiembre del año pasado la causa recayó en Cruz del Eje para iniciar una investigación desde cero. El fiscal Barrera trabajó como pudo porque sabía que se iba a jubilar, pero había mucha inactividad que nos llevó a reunirnos dos veces con el fiscal general de la provincia, al que le pedimos una investigación seria y que se tengan en cuenta elementos de la anterior investigación, como la casa en la que se encontró sangre y pelos y que la Policía custodió”, apuntó Pavón.
Y agregó: “Queremos una investigación que haga foco en el círculo íntimo que tuvo Cecilia en Capilla del Monte y al personal policial de la localidad que integraba la Brigada de Investigaciones. También queremos que se escuche a la familia. La familia está muy enojada con la Justicia. Sentimos un poco de alivio porque vimos un compromiso del fiscal general en acompañar esta causa, pero necesitamos respuestas porque hay un asesino suelto”.
Puntualmente, la familia de Cecilia quiere que se investigue a Mario Mainardi, la persona que alojó a la joven en Capilla del Monte y la última que la vio con vida antes de que desapareciera.
“Seguimos insistiendo que se investigue a Mainardi, quien fue que instaló la versión del brote psicótico y que pudo volver a su provincia, Santa Fe, en junio de 2020, en plena pandemia cuando nadie podía moverse. Entonces eso nos lleva a preguntarnos qué vínculos tiene y quienes están detrás de todo esto. No sabemos ni a que se dedica y nos hace creer que hay un entramado de encubrimiento del que fueron parte la fiscal, la Policía y un montón de actores de ahí para arriba que desconocemos”, apuntó Pavón.
Y completó: “Incluso la desidia ha llevado a que la casa donde paró Cecilia, a los pocos días de que pedimos que se hagan pruebas genéticas y de rastreo, haya sido foco de un incendio que se extendió al basural local. No creemos en las casualidades”.
Cecilia Basaldúa desapareció el 5 de abril de 2020 en Capilla del Monte. La mujer de 35 años, oriunda de Buenos Aires, había arribado a esa localidad antes de la cuarentena con el objetivo de escribir un libro que reflejara sus viajes por Latinoamérica. Luego de 20 días de rastrillajes, su cuerpo fue hallado en un sector rural de difícil acceso cerca de un basural.