Un oso melero adulto, una especie en peligro de extinción, fue captado esta semana cruzando la Autovía de Punilla, obra que se prevé será inaugurada antes de fin de año. Especialistas, técnicos y científicos, insisten ante la Provincia en la necesidad de que se extremen las medidas de precaución para mitigar el impacto de la esta obra en territorios protegidos.
El registro ocurrió a la altura de Santa María de Punilla, en inmediaciones de la Reserva Municipal Natural Cultural Río Yuspe de Cosquín y la Reserva Provincial Hídrica Natural Los Gigantes, que son atravesadas o bordeadas por la autovía a lo largo de 5,8 kilómetros.
Se trata de un Tamandua tetradactyla, especie escasa en Córdoba y de alto valor de conservación, que está categorizada como “en peligro de extinción” para la provincia y “cercana a la amenaza de extinción” para el resto del país.
El animal estaba intentando cruzar con mucho esfuerzo el divisorio central de cemento de casi un metro de alto que separa ambos carriles y por los que aún no circulan vehículos. Finalmente logró atravesar la traza completa.
Verónica Quiroga, doctora en biología, investigadora adjunta del CONICET y directora del Laboratorio de Ecología y Conservación de Mamíferos (LECoMA), del Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA CONICET-UNC), advirtió que “el atropellamiento en rutas, es una de las principales amenazas para el oso melero a nivel nacional y sus poblaciones son particularmente vulnerables ante estas mega infraestructuras”.
Y agregó que “la importante confirmación de la presencia de oso melero en la zona demuestra que los bosques serranos que protegen ambas reservas son un refugio fundamental para especies de gran valor de conservación y que contienen una alta biodiversidad”.
En junio pasado, técnicos y especialistas en manejo de áreas protegidas, e investigadores de CONICET y la UNC junto a la Secretaría de Ambiente de Cosquín y la administración de la Reserva Municipal Río Yuspe Cosquín, elevaron al Ministerio de Ambiente de la Provincia un pedido para que se tomen una serie de medidas para mitigar mínimamente el impacto de la autovía y proteger las especies que habitan la zona.
Puntualmente, se solicitó que se habiliten y acondicionen las alcantarillas y cañerías que pasan por debajo como pasafaunas; que toda la zona cercana al puente de la autovía sobre el río Yuspe tenga guardarraíl, para evitar que la gente pueda detenerse cerca del puente e intentar bajar al río, y que se eliminen las dos bajadas vehiculares para que no haya accesos a la reserva sin control.
También solicitaron la colocación de cartelería a informativa y sensibilizadora sobre atropellamientos a lo largo de este tramo, la instalación de controles de velocidad mediante radares móviles y un control policial permanente en el puente, entre otros puntos.
“Al momento de ser construida esta autovía, no se consideraron cuestiones críticas, como el hecho de que esta nueva obra atravesará dos importantes áreas naturales protegidas de Córdoba. Entre dos de los impactos más preocupantes que puede generar sobre las reservas, nos interesa destacar: el impacto sobre la fauna silvestre debido a atropellamientos sobre la calzada; y el impacto de la circulación de personas por este trayecto de 2,8 km, incluyendo el posible acceso al río desde el nuevo puente que atraviesa el río Yuspe, asociado a los efectos que podría tener sobre la conservación del bosque nativo, la calidad del agua del río Yuspe y los valores culturales e históricos que se encuentran en ambas Reservas”, indica el documento.
