Integrantes de asambleas ambientales de Punilla increparon este sábado por la tarde al intendente de Cosquín, Gabriel Musso, quien debió retirarse de un bar céntrico de la localidad con una fuerte custodia de efectivos policiales.
Los manifestantes se habían convocado en la Plaza San Martín en el marco de un plenario abierto para acordar acciones contra el avance de la construcción de la Autovía de Punilla. Fue en ese contexto que detectaron a Musso tomando café en un bar ubicado a pocos metros, donde trasladaron la protesta.
“¡Musso ecocida!”, “El Yuspe no se toca”, gritaban los manifestantes contra el vidrio del local, donde pegaron además carteles y realizaron pintadas.
Luego de algunos minutos se presentó en el lugar un importante número de efectivos policiales, que escoltó al mandatario hasta un vehículo en el que logró retirarse en medio de una lluvia de insultos y forcejeos.
Una vez que Musso abandonó la escena, la Policía accionó hacia los manifestantes y se registraron corridas, aunque no hubo detenidos. Quedó a cargo de la causa la fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm. Según indicaron fuentes judiciales a La Estafeta, “se están analizando las pruebas para determinar las responsabilidades penales de los autores” de la protesta.
En un comunicado, las asambleas agrupadas en el colectivo “Unidos por el Monte” señalaron que “todo esto pasa porque la ´Justicia´ no responde los recursos de amparo, las medidas cautelares para frenar la obra y no resuelve tampoco el Hábeas Corpus colectivo presentado para proteger los derechos constitucionales de quienes se manifiestan pacíficamente”.
“Gabriel Musso, supuestamente socialista, es uno de los cómplices del negociado destructor Autovía de Punilla, al haber firmado el Permiso de Uso de Suelo a espaldas de la población, evitando que el tema sea tratado en el Concejo deliberante en audiencia Pública, violando todas las leyes de Participación Ciudadana y de Acceso a la Información Pública”, indicaron.