Los últimos acordes que acompañaron la voz del cantor faldense Carlos Habiague le pusieron punto final en la madrugada de este domingo al capítulo número 39 del Festival Nacional de Tango de La Falda.
Artistas y un público que no escatimó en aplausos y ovaciones se reencontraron por segunda noche consecutiva en el Auditorio Municipal Carlos Gardel para cerrar juntos otra exitosa edición de un festival que, año tras año, continúa convocando a generaciones de tangueros y tangueras para celebrar y mantener vigente al 2×4.
Fueron muchas las presentaciones destacadas durante la segunda gala. Entre ellas las de los ballets La Juntada y Folklórico Nacional, con toda su fuerza y colorido sobre el escenario; o las siempre sólidas actuaciones de artistas consagrados como Roxana Fontán, Osvaldo Piro, Mora Godoy y Cucuzza Castiello. Pero fue la agrupación local “Contramano Tango 4” la que por primera vez en la noche, con la voz y bandoneón de Lissette Grosso -considerada por entendidos del género como la versión femenina del gran Rubén Juárez- levantó de sus asientos al público con aplausos y el pedido de «otra más».
Además, entre tango y tango, también hubo tiempo para un homenaje. El reconocimiento fue para el «Fantasista del Teclado», el maestro Jorge Arduh -recientemente fallecido-, con un repaso audiovisual de su carrera en la pantalla principal del auditorio y la interpretación de una de sus famosas composiciones “Juventud del 40”, a cargo de los cantores Daniel Simmons y Marcelo Santos.
“El balance es sumamente positivo. Hemos jugado con una grilla diferente tratando de innovar para que se conozcan nuevas voces y músicos. Esa es la proyección del festival: mezclar artistas que aún no están consagrados con grandes personalidades para que el género se sostenga y renueve”, señaló a La Estafeta la secretaria de Turismo y viceintendenta electa, Luciana Pacha.
Sobre la respuesta del público, agregó: “Las personas se fueron muy conformes con todas las presentaciones porque todos los artistas han estado a la altura de este gran festival. El viernes quedaron algunas entradas generales por vender -muy poquitas-, y el sábado lleno total con localidades agotadas. Son números que como Municipalidad nos motivan a seguir apostando a sostener el festival. No quedan muchos escenarios en el país para el tango y el de La Falda es muy valorado a nivel nacional e internacional”.
Será hasta el próximo año, cuando el Auditorio Carlos Gardel de La Falda vuelva a teñirse de rojo y negro para celebrar las cuatro décadas de historia de un festival consagrado hace tiempo y que, con el correr de cada edición, sigue haciendo su aporte para mantener vivo al tango.
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