“Panchita”, una mona carayá rescatada del cautiverio en 2023, seguirá viviendo en la reserva Proyecto Carayá, en La Cumbre. Así lo dispuso el Juzgado Federal N°3 de Córdoba, que esta semana rechazó un habeas corpus presentado por la pareja que mantuvo cautivo al animal como mascota durante más de 15 años en una vivienda de la ciudad de Carhué, Provincia de Buenos Aires.
En la presentación, la pareja argumentaba que Panchita es “una persona no humana”, que se encuentra “privada de su libertad de manera arbitraria e ilegal” en La Cumbre. Además, apuntó contra el Proyecto Carayá, planteando que la reserva “no cuenta con los requerimientos mínimos” que necesita esta especie para su desarrollo “como las selvas de las provincias de Chaco, Misiones o Corrientes, y no el crudo invierno como de La Cumbre” y que, por su avanzada edad, su reinserción con otros monos es imposible.
Pero, finalmente, el juez Miguel Vaca Narvaja rechazó el planteo y el animal, de unos 20 años, continuará alojado en la reserva junto a otros ejemplares de su especie y a la espera de completar su proceso de liberación, publicó La Voz.
“Nos dimos cuenta de que era Panchita porque cuando la trasladaron empezaron los ataques por redes sociales, con insultos personales y al proyecto. Fue un infierno. Eso me motivó a comunicarme con la pareja para decirle cómo estaba la mona e, incluso, invitamos a la señora a que venga verla. Pero la respuesta fue interponer una abogada e iniciar presentaciones judiciales. Primero lo hicieron en la Provincia de Buenos Aires, en varias instancias, hasta que llegaron a Córdoba, donde también fue rechazada”, contó a La Estafeta la directora del Proyecto Carayá, Alejandra Juárez.
Y agregó: “Es gente a la que nunca le importó cómo estaba Panchita. Lo único que intentaron es sacarla de acá para llevársela de nuevo a su casa. Argumentaban que el clima no es adecuado y, si bien no es el clima del área de distribución de esta especie, justamente por eso somos un centro de rescate y se toman los recaudos: de hecho, los monos duermen con calefacción y, en todo caso, el frío de La Cumbre el mismo frío que hace en Carhué. Todas las presentaciones nos afectaron, en el sentido de que recibimos insultos de manera injusta”.
Panchita había sido rescatada en marzo de 2023 por personal de la Brigada de Control Ambiental del Ministerio de Ambiente. Fue encontrada en una pequeña jaula y días después la Justicia dispuso su traslado al Proyecto Carayá, una ONG que rescata y recibe -en su carácter de depositario judicial- animales salvajes que fueron víctimas del tráfico ilegal, del mascotismo y la destrucción de sus hábitats naturales, entre ellos primates.
Según señala Juárez, el animal había sido sometido al mascotismo ilegal, con el agravante de ser exhibido como un atractivo en un local gastronómico (una parrilla) que administra la pareja en Carhué. Incluso las personas que asistían al lugar podían sacarse fotos con Panchita.
Cuando la mona llegó al Proyecto Carayá tenía quebrada la cola (que funciona como una continuación de su columna vertebral); los colmillos perfectamente limados, algo que denota la intervención de un veterinario en ese proceso, y una lesión en la cadera que dejó secuelas en su movilidad. Hoy, ya recuperada y contacto con otros monos, se aguarda por el cierre del proceso judicial para que sea liberada en la reserva.
“Es una mona que no quiere saber nada con la gente, está agotada de las personas. No quiere caricias, ni que la levantes. Quiere estar con los otros monos. La etapa de recuperación y sociabilización ya la pasó, pero el proceso de liberación no lo pudimos empezar por todas estas presentaciones judiciales. Lo único que lograron con ir a la Justicia, fue retrasar su liberación en la reserva”, remarcó Juárez.
Y sobre la situación de mascotismo ilegal de esta especie, Juárez completó: “En Córdoba se hizo un trabajo muy intenso y casi no quedan monos en esta situación, pero en Buenos Aires y Rosario hay muchos y preocupa porque son lugares que no cuentan con centros que los puedan recibir. Son monos muy especiales, difíciles de tratar. De hecho, Panchita llegó junto con Moni, otra mona carayá que fue rescatada de un complejo de cabañas en Trenque Lauquen. Luego de su llegada recibimos otros seis, todos de la Provincia de Buenos Aires, algunos de ellos castrados y con los colmillos limados”.