Un aguará guazú fue liberado esta semana en su hábitat natural, en los Bañados del Río Dulce, de Miramar de Ansenuza, tras recibir el alta veterinaria en la reserva Tatú Carreta, en Casa Grande. En septiembre, otro ejemplar rescatado en la localidad de Seeber había regresado a su entorno natural.
El animal había sido rescatado por la Policía Ambiental a finales de junio tras recibir el aviso de un poblador del sudeste de la localidad de Monte Maíz, quien detectó al ejemplar con heridas. Luego fue trasladado al centro de rescate y rehabilitación de fauna silvestre, donde ingresó con “pronóstico reservado” debido a una fractura expuesta en su miembro posterior izquierdo.
Para su recuperación se realizó un monitoreo comportamental no invasivo -sin tocar al animal-, con videograbaciones de 24 horas, durante los siete días de la semana.
Primero se estabilizó al ejemplar; se trató la infección y finalmente se le realizó una cirugía con la colocación de clavo intramedular y tutor externo. El tratamiento posoperatorio requirió tres meses.
Tanto el rescate como el proceso de recuperación del ejemplar fueron llevados a cabo en conjunto por personal de la Secretaría de Ambiente; Policía Ambiental; Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba; CONICET y la Universidad Católica de Córdoba, en el marco del programa de financiamiento “Impactar 115”, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, que tiene como objetivo “fortalecer el trabajo articulado con los centros de rescate y las instituciones científicas locales a fin de garantizar el bienestar, la recuperación biológica y la atención adecuada de los ejemplares rescatados”, se informó.
Participaron biólogos/as; veterinario/as; expertos técnicos en manejo de fauna silvestre; especialistas en cirugía veterinaria; junto al personal del centro de rescate Tatú Carreta.
“La liberación de esta especie, que hoy está en peligro de extinción en nuestra provincia, es para el equipo del Ministerio de Ambiente, una gran noticia. El cuidado y la preservación de la biodiversidad será prioridad para esta gestión provincial. Trabajaremos para armonizar los requerimientos de la vida humana con los de la vida silvestre asegurando el progreso y la libertad de las especies de fauna autóctona de nuestra provincia”, señaló la ministra de Ambiente y Economía Circular, Victoria Flores.
La Policía Ambiental recomienda que ante el avistaje de un aguará guazú no se intente su captura, ni acorralamiento. Tampoco hay que tratar de alimentarlo.
El aguará guazú es el mayor cánido de Sudamérica y se distribuye en Brasil, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Perú y Argentina. En nuestro país, se encuentra en peligro de extinción, es decir que, de no mediar acciones para preservarlo podría desaparecer de la vida silvestre.
Solo en el caso que se advierta que su integridad está en peligro o se visualice alguna lesión o enfermedad hay que dar aviso para que personal preparado proceda a rescatarlo, a las siguientes vías de contacto: 351 4420924, 0800-777-0220, y 351 33108709.
