Diez días después de haber emprendido viaje a Corrientes, siete bomberos voluntarios retornaron este domingo por la noche a La Falda y Valle Hermoso, con la satisfacción de haber aportado su “granito de arena” en el combate a los incendios forestales.
El 17 de febrero pasado, a bordo de dos unidades livianas F2 con kits forestales, estos siete bomberos habían iniciado un viaje de casi 13 horas a esa provincia. En el caso de La Falda, el vehículo sufrió la intensidad del combate contra el fuego y, tras dos pinchaduras y la rotura del embrague, quedó varada en la localidad de Lomas de Vallejos.
Este contratiempo obligó a los dos bomberos voluntarios que viajaron en representación del cuartel Libertador General San Martín (otros siete efectivos locales lo hicieron por el E.T.A.C y algunos de ellos aún permanecen en Corrientes), Oscar Rosales de 49 años y Alexis Cravero de 22, a retornar en la camioneta de otro cuartel. Cerca de las 23:00 y con las primeras gotas de lluvia, fueron recibidos en el cuartel por sus pares y el presidente de la Comisión Directiva local, Mario Saenz, con pizzas y gaseosas para celebrar el arribo.
“Estuvimos primero en Goya y luego Ituzaingó, donde hicimos campamento. Desde allí viajábamos a la región noreste de la provincia que es la parte de forestación. Salíamos muy temprano, del campamento a los focos recorrimos 40 kilómetros los primeros días y los últimos 160. El viaje cansaba pero cuando llegábamos y veíamos el fuego te volvía la adrenalina y toda la fuerza para apagarlo. Por suerte pudimos aportar nuestro granito de arena”
señaló a La Estafeta Rosales, quien acumula 23 años de experiencia como bombero.
Las jornadas comenzaban a las 8:00, luego de desayunar en los campamentos, y finalizaban cerca de las 22:00 en el terreno, por lo que recién cerca de la medianoche llegaba la posibilidad de descansar. Según contaron a este medio, se trabajó en zonas de pinos y eucaliptus con mucha forestación abajo que provocaba “fuegos de copa” en medio de temperaturas extremas.
“Me encontré con cosas que nunca había vivido, como las temperaturas extremas. Pero se trabajó muy profesionalmente, con compañerismo y se armó un grupo muy unido. Tuvimos la mala suerte de pinchar dos cubiertas y romper el embrague de la camioneta, pero pudimos completar el trabajo. Hubo mucha solidaridad, estabas 70 kilómetros campo adentro y aparecía un hombre de entre medio del humo con tres botellas de hielo, que para nosotros era oro”
relató Cravero, quien tras cuatro años como bombero completó su primer viaje a otra provincia.
Respecto a los efectivos del cuartel Virgen de Fátima, de Valle Hermoso, regresaron las dos dotaciones integradas por el jefe del Cuerpo Activo Fernando López; el cabo Gustavo Asís y los/as bomberos voluntarios Joaquín Vargas, Valentina Martínez y Mariano Sánchez.