Una joven faldense de 24 años se encuentra internada en terapia intensiva en el Hospital Tránsito Cáceres de Allende, de la Ciudad de Córdoba, luego de haber sido operada de urgencia y su familia denuncia que no se le brindó atención médica adecuada en el Hospital Municipal de La Falda. Autoridades del centro médico, no obstante, adelantaron que pondrán en marcha una investigación interna, pero remarcaron que –de acuerdo al relato de los médicos- la joven fue correctamente asistida antes de su traslado.
Se trata de Pamela Nieto Pereyra, que recibió un trasplante renal hace tres años. El pasado sábado concurrió con sus padres al Hospital Municipal luego de descompensarse en su casa. Tenía 8/4 de presión arterial y 38 grados de temperatura.
“Entró ella sola y yo me tuve que quedar afuera por el coronavirus. La médica de guardia le indicó ibuprofeno o paracetamol, que mantuviera los pies en alto y que se pusiera un caramelo debajo de la lengua para levantar la presión”, señaló Silvina, su mamá, en diálogo con La Estafeta Online.
Desde la Ciudad de Córdoba, donde se encuentra acompañando a su hija, Silvina relata que “el domingo su deterioro era peor”, por lo que regresaron al Hospital, aunque las indicaciones fueron las mismas y –asegura- que los médicos se negaron ante sus pedidos para que le ordenaran análisis de sangre o una ecografía.
“Ese día llegamos al Hospital con 7-3 de presión. Se caía. Les pedí que le hicieran análisis, pero me dijeron que no hacía falta. Como no podía caminar la subieron a una silla de ruedas para llevarla al auto, aunque finalmente le pusieron un suero”, señaló la mamá.
Silvina cuenta que, de regreso a su casa, el estado de salud de su hija continuó empeorando: no dormía en toda la noche por el malestar y empezó con diarrea, por lo que regresaron al Hospital.
“Nos trataron mal cuando pedimos las órdenes para análisis. Nos dijeron que ellos eran los médicos y no nosotros. El doctor que la atendió esta vez me dijo que era inútil hacer análisis o una ecografía, a pesar de que yo sólo les pedía las órdenes para hacerlo de manera particular”, explica.
Fue entonces cuando le recetaron dos pastillas para “cortar la diarrea” tras un diagnóstico de gastroenteritis. Sin embargo, su cuadro no mejoró y dos días después volvieron al hospital: Pamela ya veía borroso, no escuchaba ni veía bien y había empezado a alucinar y divagar en sus comentarios.
Ese miércoles recién un médico accedió a hacerle los análisis, cuyos valores estaban completamente alterados, por lo que –luego de una difícil tarea para conseguir una cama disponible- fue trasladada en ambulancia a la Ciudad de Córdoba, donde fue inmediatamente conectada a un respirador artificial en terapia intensiva.
“Los análisis estaban muy mal. El doctor me pidió disculpas por el resto de sus compañeros que no habían hecho su trabajo y decide trasladarla. Ella ya no podía hablar, no escuchaba, ni veía. Se puso muy mal, se puso a gritar, alucinaba que veía cosas, divagaba”, señala Silvina.
Pamela fue operada de urgencia luego de que una tomografía mostrara que tenía gran cantidad de líquido en su abdomen. Por el momento no hay diagnóstico, aunque podría tratase de una pancreatitis autoinmune. “No se sabe si el problema empezó en el riñón, pero la infección ya está en todo su cuerpo”, por lo que se encuentra en coma inducido y entubada, explica la madre. También recibió transfusiones de sangre.
“De la operación salió bien, pero nos dijeron que no hay buenas noticias, que ella está muy grave. Se perdió mucho tiempo por culpa del Hospital de La Falda. Queremos que encuentren a los responsables de esto”, señaló Silvina, que explica que no tiene recursos para solventar un hospedaje en la Ciudad de Córdoba, ni tampoco para ir y volver todos los días a La Falda, donde tiene otros cinco hijos.
En diálogo con La Estafeta Online, en tanto, el director del Hospital, Lucas Viotto, señaló que tuvo conocimiento del caso el mismo miércoles por el médico de guardia y que, a partir de ese momento, “se movió cielo y tierra para encontrar una cama en terapia en Córdoba para trasladarla”.
“Yo personalmente hablé con los médicos del sábado, domingo y lunes, y me dicen lo contrario a lo que cuentan los padres de la chica. Sí se la atendió y no se le hicieron estudios porque, de acuerdo al criterio médico, no requería estudios. Estaba estable”, señaló Viotto.
Y agregó: “Lo que me recalcan todos los médicos es que ella era una paciente compleja, que tenía que ir al control a su hospital, el Hospital Córdoba. Mientras tanto aquí se la atendió cada vez que fue. A mí los médicos en ningún momento me dicen que no podía caminar y yo me baso en lo que dicen los médicos”.
De todos modos, Viotto señaló que le prometió al padre de Pamela que “se investigará a fondo a ver si es tal cual lo que dicen los médicos” respecto al caso. Y señaló que, personalmente, movió todos sus contactos personales para que la aceptaran en Córdoba, porque “no había camas de terapia” para ella.
“Como es una paciente compleja no la aceptaban en ningún lugar. No es que no hicimos nada”, completó.
