La fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, aseguró este martes que no hubo “ninguna orden de desalojo” del acampe que mantenían asambleístas en Molinari en protesta contra el inicio de las obras de la Autovía de Punilla, mientras que las autoridades policiales confirmaron que se actuó sin orden judicial porque, en realidad, “se los invitó a salir del lugar” y no hubo “ni el mínimo uso de la fuerza”.
“Desde la Fiscalía de Cosquín no se ordenó ningún desalojo. Tampoco han formulado denuncia penal de algún hecho delictivo al respecto. La información de un desalojo surge de los medios de comunicación. Ahora se está investigando de oficio”, indicó Kelm en declaraciones reproducidas por La Voz.
En tanto, el comisario José Mansilla, subdirector general de la departamental norte, negó que haya habido represión: “Se los invitó a salir del lugar y ellos accedieron. Algunos se enojaron con sus propios compañeros porque no les hacían el aguante. Se retiraron y dejaron algunas pertenencias”, indicó al mismo medio.
Y agregó: “No hubo forcejeos, ni manifestantes lastimados, ni daños materiales. No sacamos a nadie de los pelos. Había personal femenino en el lugar. No hubo ni el mínimo uso de la fuerza”.
El comisario indicó que actuaron tras los reiterados pedidos de la empresa dueña del obrador, porque el acampe le dificultaba trabajar. “Se actuó sin una orden judicial porque no fue un desalojo. Si ellos no accedían a retirarse, nosotros no íbamos a usar la fuerza”, comentó Mansilla.
“Vamos a cuidar la zona para que el obrador pueda trabajar, pero tampoco vamos a pelear con los manifestantes”, aseguró el comisario.
Por su parte, las asambleas ambientales de la región denunciaron que a las 3.40 y “en una modalidad totalmente fuera de la ley”, efectivos policiales “arremetieron contra el puesto donde dormían nueve vecinos, echándonos por la fuerza, con total violencia sin permitir retirar ninguna pertenencia”.
“Policías varones agarraron violentamente a mujeres, algo también ilegal; no mostraron ninguna orden de desalojo, ni hubo posibilidad de diálogo, esto es totalmente fuera de la ley, violatorio de leyes nacionales e internacionales. Las personas estamos sin heridas graves, pero en estado de shock psíquico por el maltrato y agresividad. Nos llevaron de los pelos y nos arrastraron descalzos por la calle”, denunciaron.